El fitness en modo sigilo

En ocasiones, las startups que están trabajando en un producto muy innovador lo hacen de forma silenciosa para evitar llamar la atención del mercado. Esto se llama "modo de sigilo" en el mundo de los negocios. Cuando por fin tienen resultados sólidos los sacan a la luz, pero ya tienen una posición ventajosa. Un ejemplo reciente es OpenAi con ChatGPT, del que seguro que no habías escuchado nada hasta que todo el mundo hablaba de ellos.

En tu vida puedes hacer algo parecido. Creo que es uno de los enfoques que más impacto han tenido en mi vida por sí solos, siempre que lo he aplicado bien.

Cuando estás intentando un cambio difícil, tener todos los ojos encima puede ser agobiante. La gente te va a preguntar cómo lo estás llevando y, ¿qué pasa si fracasas? Esto puede ser muy frustrante, sobre todo si es algo que has intentado antes. "¡Otra vez has vuelto a fallar!"

La buena noticia es que no necesitas anunciar que vas a ir al gimnasio. Si estás intentando hacer ejercicio, por ejemplo, puedes empezar discretamente en casa algún día por semana sin hacerlo público.

Esto no significa que sea malo compartir lo que estás haciendo o que debas entrenar en secreto para toda la vida. En mi caso, cuando esto me ayuda es mientras construyo un hábito o emprendo algo nuevo y desafiante. Lo aprecié nítidamente en mi experiencia con el tabaco.

Me propuse dejar de fumar muchas veces hasta que por fin lo logré, y siempre lo anunciaba a la gente de mi círculo. Por épocas intentaba hacerlo "gradual" y me limitaba a cinco o diez pitillos al día. Entonces mis amigos me preguntaban: "¿cuántos cigarrillos has fumado hoy?" Y si me había pasado o había fumado más que ayer, por supuesto, me regañaban.

Cuando lo dejé la vez que sería definitiva, al principio no se lo conté a nadie de mi entorno. Lo fueron sabiendo poco a poco cuando notaban que llevaban tiempo sin verme fumar, lo que era extraño en aquella época. Cuando la mayoría de mi círculo supo que lo había dejado, el hábito ya era fuerte en mí y la valoración externa, buena o mala, no me afectaba demasiado.

Lo mismo he aplicado a otros ámbitos de mi vida. Este blog, por ejemplo, aún no lo conocen mis familiares y amigos. Y en el entrenamiento lo noté especialmente. Cuando empecé con mancuernas en casa y haciendo las rutinas de Sergio Peinado, no lo compartí con nadie. A veces lo lograba y otras no, pero era algo conmigo mismo. Cuando por fin me apunté al gimnasio y lo comenté con mis amigos y familia, el ejercicio ya era una parte bastante sólida de mi realidad.

Esto no es la fórmula mágica — no lo tomes como "hice esto y mi vida cambió" —. Es importante que te adaptes a tu personalidad. Algunas personas prefieren tener a alguien que les ayude a hacer un seguimiento de sus nuevos hábitos — por ejemplo, apuntarse al gimnasio con un amigo —. 

Existe evidencia de que hacer tus cambios verificables por otras personas puede ayudar a construir hábitos, pero no hay nada que funcione para todo el mundo. En mi caso, por ejemplo, empezar en modo sigilo dio buenos resultados. Además, puedes buscar formas de hacerte tu propio seguimiento (por ejemplo, escribiendo un diario).

Entonces, ¿qué debo hacer? ¿Empiezo a ir al gimnasio de forma discreta, o se lo cuento a mis amigos? Mi experiencia me dice que lo óptimo es probarlo todo y comparar. Si ya intentaste dejar de fumar o salir a correr y se lo contaste a tus amigos solo para terminar abandonando, prueba a hacerlo en silencio la próxima vez. Si ya has construido un hábito y tu entorno lo sabe, perfecto. Cada persona es diferente y tiene su propio camino.

Pero si estás aquí es posible que andes buscando la forma de introducirte en el fitness. A lo mejor lo has intentado otras veces. Y si eres como yo, seguro que te agobia que los demás te anden preguntando, que te cuestionen y que te juzguen si no sale como esperabas al principio. Lo que quiero que entiendas es que no hay nada de malo ni en fracasar, ni en trabajar para tu fuero interno. La soledad es una herramienta poderosa, y puedes progresar muchísimo cuando estás a solas contigo. Después de todo, te conoces mejor que nadie.

No necesitas contarle a nadie que estás empezando a entrenar. Hazlo discretamente, pero hazlo.